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domingo, 13 de septiembre de 2015

La tarde de Riyad Mahrez



El Aston Villa visitaba el King Power Stadium para tratar de doblegar por primera vez en la temporada al Leciester de Claudio Ranieri. Su planteamiento comenzó a tener poso a medida que pasaban los minutos y cuajó un gran primer tiempo. Sin embargo, el técnico italiano movió piezas con éxito para la segunda mitad y, en contraposición, los cambios de Sherwood resultaron perjudiciales para mantener los 3 puntos.


La mejor versión del Leicester en los primeros 45 minutos fue bastante fugaz. Sus primeros 10 minutos demandaban el dominio del partido. Sin buscar llevar el peso mediante el balón, comenzó a  presionar con inteligencia la salida de balón y a robar cerca de la divisoria. Sus ataques no lograron materializarse de ningún modo, pero al menos robaban a una buena altura para organizar sus ofensivas. No obstante, a medida que el Villa comenzó a retener durante más minutos la pelota, el equipo local retrocedió varios metros su bloque defensivo y cedió la iniciativa a los villanos. Westwood tenía libertad para jugar en el doble pivote, Grealish retenía el balón en la izquierda y un gran Carles Gil agitaba los ataques y su lucidez en el pase evitaba pérdidas en cualquier zona del campo. La participación del español fue constante. Partiendo desde la derecha, se asociaba, tiraba diagonales, activaba el lado izquierdo del ataque y sumaba fluidez a las posesiones. Tanto él como el joven irlandés asentaron al Aston Villa en campo rival y les permitió adelantarse en el marcador. Mientras tanto, el doble pivote del Leicester formado por Drinkwater e Inler apenas lograban conectar con los hombres de ataque cuando disponían de la posesión. Tanto Okazaki como Jamie Vardy estuvieron bien sujetos por la línea defensiva visitante y apenas entraron en juego durante el primer tiempo. Entonces, Ranieri buscó soluciones desde el banquillo.

El A.Villa realizó un gran 1T con Grealish y Carles Gil liderando los ataques

El japonés Okazaki había pasado desapercibido así que el técnico italiano dio entrada a un extremo puro como Nathan Dyer. Antes de que pode reaccionar, Carles Gil redondeaba su gran partido con un golazo desde la frontal del área. Tras el gol, Sherwood decide sustituir al ex del Elchepor Jordan Ayew, algo que acabó lamentando el equipo. La presencia del ghanés fue casi nula y jamás dio aire al equipo para salir al contragolpe. Además, Grealish se quedó sin socio para jugar a los pases y el Villa no volvió a retener la pelota. Era turno del Leicester

Kante para el mediocampo y Ulloa para la delantera eran los revulsivos de los zorros. Ranieri introducía a dos rematadores y dos extremos para bombardear el área. Sin embargo, durante los últimos 25 minutos jugando a éstos últimos a pie cambiado. Dar continuidad al lateral o trazar diagonal hacia dentro eran argumentos por los cuales el Aston Villa se mantenía retenido en los últimos metros de su campo. Ante esta situación, el Leicester necesitaba un golpe de efecto y su número 26 respondió con una exhibición. Riyad Mahrez ya había dejado destellos de calidad en el pèor tramo de fútbol de su equipo, pero en el momento en el que debía responder para darle la vuelta al marcador, agarró los mandos y dio rienda suelta a todo su fútbol. El argelino se desempeñó durante varios minutos como mediapunta, aunque su verdadero cenit se produjo partiendo de la derecha. Un extremo con una pierna izquierda finísima y muy descarado para buscar el regate ante su marcador. Lleva el balón pegado al pie y sus piernas largas y delgadas le aportan una buena zancada. No es excesivamente rápido: lo que marca la diferencia es su cambio de ritmo y cómo da uso de él. Acelera, pausa, amaga hacia un lado y se va por el otro; acelera, pausa, acelera y desequilibra. Son varios los cambios de velocidad que hace el argelino en una misma jugada. El balón parece una extensión de su pie izquierdo y es difícil que se le escape del mismo. Individualmente, fue la pieza desequilibrante de todo el partido. El empate a 2 llegó por su zona y su fino golpeo de pierna izquierda asistió a Dyer para poner el 3-2 definitivo.

El balón pegado al pie, su cambio de ritmo y su buena técnica en la pierna izquierda son las cualidades que Mahrez aporta a los ataques del Leicester.
El Aston Villa deberá corregir algunos aspectos para seguir persiguiendo sus objetivos. Mientras tanto, el Leicester dio muestra de fe y sigue sin conocer la derrota en la Premier League. Si mantiene a Mahrez enchufado, deberían pensar más allá de asegurarse la permanencia. Por sus actuaciones en liga, el argelino piensa en objetivos más ambiciosos.

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